sábado, 29 de julio de 2017

Colombo







Terminado el retiro, salí de Nilambe después de comer, porque con semejante catering era impensable perderse la ultima cena.
Mi última parada sería Colombo, la capital de Sri Lanka. Tardamos en llegar casi 4 horas pese a ir en coche, porque el tráfico a la entrada era horrible y tardamos hora y media en recorrer los 20 últimos kilómetros.
Como todo el mundo me había dicho que Colombo era totalmente prescindible, solo me quedaba una noche  y al día siguiente volaría a Indonesia.
Me quedé en en el barrio de Colpetty, que es residencial pero está bastante a mano  y vi casi todo  lo que había que ver la mañana antes de volar.
Para ello me monté en un autobús lo al, siguiendo la tónica general, porque pese a que en Colombo los tuc tucs tienen taxímetro me siguen dando mucha pereza. Lo bueno, que siempre te dicen donde subirte y bajarte y a una mala tengo maps.me, así que no hay pérdida.
Por 17 rupias ( 10 céntimos de euro) llegué a la estación de Pettah y de ahí me fui a ver los mercados que quedaban al lado y que según Lonely Planet eran imperdibles, Federation of Self Employees Market, Mannig y Central Markets.
La verdad, no tenían nada de especial, eran exactamente igual que todos los mercados, frutas, verduras, pescado, ropa y mucho pesado diciéndote que echaras un ojo a su tienda y que compraras.























Las cuatro fotos corresponden a los diferentes mercados



De 
 fui a ver la zona del fuerte, donde no hay tal fuerte,en la época colonial sí lo había y ahora es la zona donde se encuentran edificios de la época colonial.
Se ven vestigios de la época británica en algunos edificios como por ejemplo la estación de tren , Central Point o Clock Tower ( que antiguamente era un faro).
Y de la época colonial holándesa, como en el Old Dutch hospital, hoy reconvertido en galería comercial.

En esa misma zona se encuentra el Faro de Old Galle y un poco más adelante caminando por la zona costera el templo Sambodhi Chaitiya.






Central Point con la clock tower al fondo 





Galerías del Old Dutch hospital 




Faro  de Old Galle 





En mi camino hacia el hotel para coger la mochila, fue bordeando la costa hacia el sur y pasé por Galle Face Green, una franja junto a la costa que como era domingo, estaba llena de puestos de comida, helados, y cometas. Es interesante ver a las familias paseando o bañándose en el mar.

Lo último que hice fue acercarme a un bar en la zona de Colpetty, el “Bare Foot” que los domingos tiene jazz y música en vivo, pero cuando llegué acababa de terminar. Ahí pude apreciar las dos caras de la moneda de todas las capitales asiáticas. El bar era muy estilo europeo y  chocaba con la zona de Galle Face de la que había venido, porque estaba lleno de expatriados tomando el “ brunch”. No sólo la decoración y le gente cambiaban. También los precios jaja, porque eran casi los de Madrid. Pero el sitio era muy mono, de esos de moda a los que me llevaría mi hermana en Madrid, pero a los que estando de viaje no me gusta ir porque prefiero los lugares autóctonos.
 



















Diferentes escenas de Galle Face Green 






bare foot café


Y hecho este inciso, aquí se terminaba mi viaje en Sri Lanka, bueno casi, porque me faltaba coger el avión y resulta que no iba a ser tan fácil.
Por la mañana vi que desde la estación de Pettah salían autobuses directos al aeropuerto y había localizado el andén del que salían y todo.
Como ya me iba había dejado el dinero justo y ya. O tenía ni para un taxi, así que me  monté en un bus que según me dijeron iba para allá, que iba tan lleno que yo dudaba seriamente que pudiese entrar y más con la mochila, pero me metieron a mi y a otros cuantos más y como me deben ver muy “ desvalida” con la mochila que es casi más grande que yo, además muy caballeroso un señor me ofreció su sitio. Aunque ahora que lo pienso, igual no fue por caballero sino porque taponaba todo el pasillo.
Una vez en la estación el primer contratiempo, el último autobús directo al aeropuerto salía a las 6 de la tarde y eran las 7…
Aparentemente había autobuses que iban a algún otro sitio y paraban en el aeropuerto y digo a algún sitio porque tras marearme porque cada persona me decía una cosa e ir de un lado a otro me subí en uno en el que el que el conductor al verme con la mochila me gritó “ airport, airport”.
Conmigo se subieron dos coreanas que andaban mucho más perdidas que yo y a las que les faltaban 8 kilos de sal. Según pasó el revisor va y lea dice a las coreanas que son 300 rupias y como ya debían de haberles timado infinitas veces me miraron a mi con cara de corderos degollados como preguntándome si ese era el precio. Yo les dije que más o menos sí, que me habían dicho que era 150 por persona, pero cual fue mi asombro cuando el impresentable que vendía los tíquets va y dice que  300 por persona. 

En algunos trayectos ya me había parecido a mi que me timaban un poco, más que que nada porque por distancias más cortas que en autobuses anteriores me cobraban más, pero es que en este caso era descarado. El trayecto era una hora, por lo que imposible que fuera más caro que las 5 horas y media de Jaffna a Trincomalee. Y cuando le dije que me estaba intentando timar se rió y dijo que es que era el autobús express, cuando yo sabía perfectamente que no, porque el último era a las 6, pero que “ ok my friend, two hundred”.

Toda enfadada le grite que se fuera a timar a su madre, mientras las coreanas me miraban sin decir nada y al final nos lo dejó por 150 rupias. 
Parecía que habíamos salido victoriosas y que llegaríamos pronto al aeropuerto, cuando de repente las luces tipo prostíbulo que llevaba el bus a modo de decoración empiezas a arder…..y yo ni me había enterado hasta que una de las coreanas empezó a gritar como una descosida y vino otro a apagar el incendio a mantazos.

Nos ponemos nuevamente en marcha y de repente nos paramos, “ finish” nos dice el conductor. Pero si no estamos en el aeropuerto, le digo yo, a lo que se me señala un tuc tuc y se rie.

Así que no solo nos había timado con el precio del billete, sino que ese autobús no iba al  aeropuerto. Comprobé maps.me y tampoco estábamos tan lejos, 2 km y como a mi a chula no me gana nadie me puse a caminar. A todo esto, me siguieron las coreanas con sus minúsculas mochilitas pero que a los 5 minutos estaban que echaban el hígado y sudando a borbotones.
 Al final acabé cargando con mi mochila de 20 kg a la espalda, la que llevo delante que debe de pesar otros 10 y la de una de las coreanas de la mano, creo que aún tengo que darle las gracias al crossfit pese a que hace mil años que no entreno, porque hace años no habría podido ni con la mochila grande.

Y así màs cargada que la mula Francis llegué a la cola del mostrador de facturación de Air Asia, donde para mi sorpresa también intentaron timarme … y para no entrar en detalles, solo decir que me tocó acabar poniéndome 5 kilos de ropa en plan cebolla, con lo que acabé de matar mi estilo, si es que algo quedaba de él y el lado “ Birkin” de este blog.
Ya cuando anunciaban mi vuelo como en “ last call” y esrintando con mi mochila y sudando la gota gorda por todas las capas de ropa que llevaba encima, llegué a la puerta de embarque de mi vuelo a Kuala Lumpur donde pasaría un par de días planificando que iba a hacer después.

Pese al mal sabor de boca que me llevé de mis últimas horas en el país , el cómputo global de la experiencia en Sri Lanka es sobresaliente, eso sí , gitanos son y un rato!





sábado, 22 de julio de 2017

Scenic train from Ella to Kandy






Mi penúltimo trayecto sería de Ella a Kandy en tren para de ahí ir a Nilambe, a un retiro de meditación, aunque eso lo contaré en un rato.
Hay varios trenes al día que cubren el trayecto saliendo desde Ella a las 6:39, 9:33, 10:56 y 12:04.
Yo cogi el de las 9:33.Según la Lonely Planet el observation class suele estar siempre completo, pero no dice nada de que el resto de clases 9 primera, segunda y tercera) también.Pese a que intentar comprar el billete fue lo primero que hice al llegar a Ella con dos días de antelación, primera clase estaba ya completa y para segunda y tercera no admitían reservas, así que me dijeron que llegase una hora antes el día del viaje y listo.

Total que llegué hora y media antes y compré mi billete ( 240 rupias en segunda clase). Ilusa  de mi, pensé  que tener billete era sinónimo de tener asiento, pero cuando vi las hordas de turistas que llegaban a la estación me imaginé lo peor, y pronto mis malos presagios se hicieron realidad.
Cuando el tren hizo su legada una nube de codos y patadas se abrían paso para abalanzarse  como aves de rapiña a la caza de su presa, que en este caso era un asiento disponible.
Pero ay pardillos !, ese  tren ya iba lleno hasta las trancas y no le cabía ni un alfiler.Pero si en algo son expertos en Asia, es en desafiar a las leyes de la física y al espacio tiempo y claro que entramos todos y más, eso sí, de pie.
Me tocó chuparme ni más ni menos que 6 horitas de viaje de pie.Pero al menos como había sido de las últimas en entrar, me aseguré un sitio junto a la puerta desde el que se disfrutaban unas vistas que ni en la observation class.
Según el autor de la Lonely Planet, y cito textualmente:"  a quién le importa no asegurarse un asiento e ir de pie cuando puedes disfrutar de esas vistas mientras disfrutas de un té".  Pues a mi me importó majo, porque estoy segura de que tú no estuviste de pie las 6 horas como yo y menos recién convaleciente de gastroenteritis e insolación.
Además he de hacer dos incisos:
El primero, pasan vendedores de snacks, comida y té por el tren, pero estaba tan lleno, que cuando el famoso té pasó, ya estaba a punto de bajarme. Además siguiendo los gustos asiáticos, tenía tal concentración de azúcar que casi sumo el coma diabético a mi lista de enfermedades de esa semana.
Y el segundo, el tren iba tan tan petado ( y eso que es temporada baja, no quiero ni imaginarme cuando sea la alta), que salvo que estés junto a la puerta como yo, no vas a ver absolutamente nada.
Así que contenta me tienes Lonely Planet! Aún así he de decir que el viaje en tren es de los más bonitos que he visto, sino el más empatado con el que recorre Hsi-Pa - Mandalay en Myanmar.
Así que pese a todo el " sufrimiento" es 100% recomendable.
Además compartí mis " miserias" con los viajeros que como yo iban de pie a mi alrededor y al final fue divertido y todos nos reíamos , por no llorar claro....







El tren a su paso por las plantaciones de té







A medida que el tren va subiendo en altura la vegetación va cambiando 







A veces parace que estás en Suiza por el tipo de vegetación 









Ni el metro en hora punta....






" observation room low cost" sentados en las escaleras 



Toda una experiencia viajar en tren 

Pero como he dicho, el tren merece mucho la pena. Es increíble como cambia la vegetación en tan poco tiempo. Pasando de plantaciones de té y vegetación tropical a coníferas y bosques que imaginas más propios de países como Suiza y Alemania. Y es que Sri Lanka es un país muy diverso y más teniendo en cuenta lo reducido de su extensión ( todo el país es del tamaño de Andalucía).





Una vez en Kandy, hice noche para al día siguiente dirigirme a Nilambe
Y bien, qué hay en Nilambe? Un retiro de meditación. Y muchos dirán medita qué?
Pues sí, sí habeis leído bien. Llevaba mucho tiempo queriendo probarlo porque a lo largo de todo el viaje he conocido gente que ha hecho meditación en diversos países y Virginia ( la española con la que estuve en Trinco y Ella) me habló del de Nilambe en particular.
No sé muy bien por qué iba, si para aprender a relajarme, a descubrir mi yo interior o qué...
El caso es que ahí me planté y estuve de lunes a sábado en el retiro de meditación que además era silencioso, con lo que yo hablo...

La rutina consistía en levantarse a las 4:30 ni más ni menos para empezar a meditar a las 5.


De 6 -6:30 té
6:30- 7:30 yoga
7:30- 8:00 desayuno
8:00-9:15 working meditation
9:30-12:00 meditation ( sitting, standing , walking)
12:00-13:00 almuerzo
13:00-14:00 descanso
14:00-14:30 walking meditation
14:30-15:30 meditación individual
15:30- 16:30 té
16:30 -18:00 meditación  en grupo
18:00- 18:30 snack
18:30 - 20: 00 meditación en grupo
20:00- 21:00 comentarios y dudas

Al principio se me hizo durísimos, no por no poder hablar ( por increíble que parezca), ni por el madrugón, sino porque soy hiperactiva y quedarme en la misma posición durante horas, intentando concentrarme se me hizo cuesta arriba. El primer día tenía que cruzar y descrizar las piernas cada 3 minutos y me sentí como Julia Roberts en " eat, pray , love", no por lo guapa claro, sino porque ella en la peli en la parte de meditar se distraía hasta con una mosca y yo estaba exactamente igual.
Con el paso de los días le fui cogiendo el gusto y más o menos era capaz de mantenerme quieta (  si incluímos las 3 veces que me quedé dormida y me desperté cuando me caí de morros al despertarme claro).

Además el cuarto día la gente debía de estar tan agobiada como yo y rompieron el silencio, así que pese a estar casi todo el tiempo sin hablar, en los descansos ya no era así y se hizo más llevadero y la verdad que la gente con la que coincidí era genial.
Se convirtió el retiro en una especie de campamento de meditación.
Y como experiencia es súper recomedable, por muy raro que suene.
Además aunque esté feo que lo diga, la comida del retiro es la mejor que probé en Sri Lanka con mucha diferencia, así que solo por eso ha merecería la pena jajaja. Aunque no había cena, solo unas tostadas que yo por supuesto no podía comer. Aunque teniendo en cuenta que mis únicas calorías quemadas eran las consumidas para caminar por el hall durante la walking meditation ( y no debían de ser más de 200 metros) y que en el desayuno y la comida nos poníamos como el " kiko" a la cena llegaba sin pizca de hambre.

Os dejo a continuación unas fotos del retiro y del último día, que nos llevaron de paseo a ver el increįble paisaje que rodeaba el centro.















Mi " suite " 











































jueves, 20 de julio de 2017

Arugam Bay y Ella

Me levantè pronto dispuesta a irme a Arugam Bay como fuera, y aunque me encontraba fatal me fui a la estación de buses como pude....fijaos si estaba mal que hasta me monté en un tic tac, con lo que los odio!
No iba a ser fácil, pero merecería la pena... o al menos eso esperaba yo....
A Arugam Bay no llegan autobuses, así que hay que hacer cambio en  Baticaloa y de ahí a Pottuvil que es la población más cercana a Arugam.
Llegué a la estación a las 10 y como siempre tan serviciales me ' escoltaron ' a mi autobús. Me dijeron que cogiese uno que pasaba por Baticaloa y seguía hasta Kaimunai (más al sur aún)y ahí podría coger otro a Pottuvil..
Alas 10:30 o cuando se llenó el bus 9 nunca tengo claro si la salida es en función de un horario o de la afluencia de público ) salimos.
5 horas y media después y sin efectuar parada alguna, ( salvo para ir recogiendo a gente) llegamos  a Kaimunai. Puesto que no paran  es recomendable no beber ni gota de agua, salvo que vayas sondado y no tengas la necesidad de ir al baño...

Y tras este inciso sigamos con el viaje.Según me bajé del autobús y como viene siendo habitual, pararon un autobús que estaba a punto de marcharse y me dijeron que ése era el mío y que me montase.Yo pensaba que ya de ahí directa a Arugam Bay, pero no...porque a los 45 minutos me dijeron que me bajase ( en un sitio llamado Akkaraipatu)y de ahí fueron otros 45 hasta que llegamos.
y ya por último un tus tus para recorrer los 6 kilómetros restantes.
Resumen del viaje, 7 horas, 520 rupias (240 de Trincomalee a Kaimunai, 100 de ahí a Akkaraipatu  y 70 hasta Pottuvil, más 200 del tus tuc ) a lo que he de añadir muchas naúseas y todo el viaje con la cabeza fuera de la ventanilla.

Ya en Arugam Bay, no tenía alojamiento, así que me di unas vueltas y me acabé quedando en Rawan Homestay en teoría para 3 noches.
Digo en teoría porque al final fueron 6 por dos motivos.
El primero, que al final me tocó acabar yendo al médico y como no me hizo ningún tipo de análisis, así a ojo de buen cubero, supuso que tenía amebas, pero por si acaso me recetó antibióticos y antiparasitarios que matasen todos los bichos sobre la faz de la tierra.... con lo que no estaba yo para muchos festivales y decidí descansar.

El Segundo motivo, que pese a estar enferma, yo iba a Arugam  a Surfer, así que pese a estar mala, tenía que aprovechar el máximo de días posibles.
Aunque claro, a eso se redujo mi estancia, surfer unas horas y reposar. Se supone que en Arugam Bay hay mucha fiesta, pero para empezar, yo ya estoy vieja, y aunque de vez en cuando me dé el día 'destroyer',no estaba yo en condiciones, así que si había ambiente ni lo vi.

Para practicar surf, en mi caso que soy paquetilla, o mejor dicho paquetona, Elephant Rock, Peanut Farm y Whiskey Pain 9 para mi, este último el mejor, porque tenía una zona de " chill out" para descansar y los otros dos estaban muy llenos).

Además había un montón de restaurantes, aunque solo puedo recomendar dos, porque es todo lo que comi en 6 días. Mammas, con un bufete de curry buenísimo por 400 rupias, y Mr Fisherman, un restaurante local en el que el dueño oferta el pescado capturado por él mismo por la mañana.






Elephant Rock



Puesta de sol en Elephant Rock 

Arugam Bay 

Haciendo como que surfeo 



Whiskey Point 



Después de mis 6 días con su 6 noches, cambiaba de término y me dirigía a Ella, situado en las "Highlands,"las tierras altas o montañas.
Tampoco había autobús directo así que para recorrer los 85 kilómetros que separaban Arugam Bay de Ella, tenía que coger 3 autobuses, el primero hasta Monaragala 2 horas y 200 rupias, el segundo 45 minuto hasta Wellawaya y de ahi otros 45 minutos y 85 rupias hasta Ella.

No había buscado alojamiento porque Virginia, la española que conocí en Trinco estaba en Ella, así que me reservó sitio donde ella se quedaba, Sudumal Cottage y nada más llegar, nos fuimos a escalar " Little Adams Peak", que es una caminata sencilla y con vistas bastante bonitas de hora y media.
En el camino de vuelta paramos a ver el puente de Nine Archs y después comida tardía- merienda.





Little Adams Peak 





Little Adams Peak 








Nine Archs Bridge 


Al día siguiente íbamos a hacer la otra caminata de Ella, Ella Rock. Como el camino no está muy claro y no queríamos morir deshidratados al sol, decidimos salir a las 7, así que pronto a la cama.

A las 7 en punto salíamos en busca de Ella Rock, porque pese a maps y varias indicaciones de como llegar en varios blogs, nos perdimos repetidas veces, acabamos siguiendo a grupos de gente que iba igual o más perdida que nosotros, pero sea como fuere llegamos.

El caso es que el calor no conseguimos evitarlo y aunque se tarda 4 horas máximo en teoría, con la perdida tardamos como 6 y nos dió una insolación y en el sentido literal de la palabra...
Llegamos a Ella a pegarnos una merecida comida y siesta y nada más lejos de la realidad... porque después de comer tanto Virginia como yo malísimas...
Yo Tan mala malérrima que ahí se terminó Ella para mi, porque estuve en la cama desde las 3 de la tarde hasta las 7 de la mañana del día siguiente que me levantaba para coger el tren a Kandy....




Intentando buscar el camino a Ella Rock siguiendo las vías del tren 

Camino a Ella Rock 

Vistas desde Ella Rock 



En la cima 





martes, 18 de julio de 2017

Jaffna y Trincomalee

Tras mi primera experiencia en tren en Sri Lanka, llegué a Jaffna, la ciudad situada más al norte del país y que es hinduista y de población tamil ( a diferencia del resto del país que es budista y de población ciingalesa).
He de decir que estoy gratamente complacida con los transportes, si los autobuses funcionan bien ( pese a ser más lentos que el caballo del malo) los trenes aún mejor. Por 280 rupias ( 1,5 euros) recorrí un trayecto de casi 200 km en 3 horas y media, que teniendo en cuenta la velocidad de los autobuses puede decirse que es casi la velocidad del rayo en este país y además los trenes son bastante cómodos, cogí segunda clase, por eso de que en el término medio está la equidad ( hay primera, segunda y tercera) y bastante mejor que los talgos en españa ( los antiguos claro).
Como a Jaffna llegué ya de noche, me quedaría dos noches ( pero que en términos de turisteo era un día). Dormí como pude, porque el hotel que había cogido estaba pegadito a una carretera, y si bien Jaffna no es muy grande, va servidita en cuanto a motos y ruido se refiere si bien yo me duermo hasta de pie, me despierto con la misma facilidad.
Por la mañana pronto me fui a ver el templo hinduista más famoso, Nallur Kandaswamy Kovil. En el camino paré en el de Miralliaman ( que está a un minuto) y llegué al templo de Nallur Kandaswamy un poco antes de las 10, justo a tiempo para la Puja( que vendría a ser como el servicio religioso), y que es bastante curioso de ver, así que allí que me senté en el suelo y me quedé un rato mirando.





Templo de Miralliaman



Mujeres en el templo de Miralliaman



Kandaswamy Kovil 



Kandaswamy Kovil 











Puja en el templo


Como hacía un calor de morirse y no estaba muy por la labor de hacer turismo, decidí irme a ver una de las islas cercanas de Jaffna, Karaitivu y así pasar un rato en la playa de Casuarina.
Caminando llegué a la estación de autobuses ( si no fuera por el insoportable calor, Jaffna es muy fácil de recorrer a pie) y me monté en un bus el 782 que se suponía que cruzaba el causeway que unía Jaffna con Karaitivu. Y digo se suponía porque eso ponía en el autobús pero la gente me decía que no,que no iba a Karaitivu.Pero sí que iba en esa dirección y 40 minutos más tarde y por 40 rupias, después de pasar el causeway, me indicaron que me tenía que bajar porque eso era lo más cerca de la playa que llegaban. Como estaba a 3 km y mi imbatibilidad en términos de enfemedad estaba empezando a estar en entre dicho sumado a los 40 grados, no me quedó otra que coger un tuctuc. Pero yo solo pensaba en mi recompensa,nadar en el mar!
Pero en fin,todo mi gozo en un pozo, porque según llegué y pagar las 20 rupias de la entrada, vi que se trataba de una playa local , con lo que ello implica,y me explico.
Local es sinónimo de religioso, lo que a su vez es sinónimo de” burkini”. Total que decidí seguir caminando y alejarme a una zona en la que parecía que no había nadie para poder bañarme. Total que me meto en el agua y dos minutos después veo que de lo que pensaba que era un hotel, empiezan a salir militares y se ponen a mirarme….Y es que Jaffna es una zona altamente militarizada, y resulta que no era un hotel, sino los barracones en los que vivían los militares en la playa 😂😂😂.
Total que me tocó salir corriendo a todo correr del agua y vestirme en menos que canta un gallo antes de convertirme en el espectáculo público del pueblo 😂😂.
Así que tras mi infructuosa aventura en la playa( que encima no era ni bonita), decidí caminar de vuelta a la parada del autobús y volverme a Jaffna.




Paso del causeway con el autobús





Playa de Causarina 




Niñas en la entrada de un templo en Karaitivu




Calles de Jaffna 


He de decir que podía haber hecho algo de turismo pero estaba incubando algún Alien interno y no estaba yo para mucho templo así que solo me di una vuelta por el mercado central de camino al hotel y pronto a la cama para coger el autobús al día siguiente a Trincomalee.

Me habían dicho en el hotel que salía a las 6:30 pero como no me fiaba mucho, por si acaso me acerqué a la estación, que en este caso sí era estación y hasta tenía horarios, y menos mal, porque  había varios pero ninguno a las 6:30 sino a las 7:30, y pegarme el madrugón para nada es tontería.
Así que a las 7:15 me monté en el autobús y para mi grata sorpresa solo tardamos 5 horas, y teniendo en cuenta que la Lonely Planet dice que son 7, en el hotel me dijeron que 9 y que yo
estaba verde y tuve que viajar con la cabeza fuera de la ventanilla… no está nada mal ( pese a ser 239 km, pero para Sri Lanka es casi como haber viajado en cohete).





Horarios de los autobuses desde Jaffna 



Autobús de Jaffna a Trincomalee 





Trincomalee me pareció horrible,( típica ciudad ruidosa sin nada especial) así que me monté en el bus con dos españoles que conocí en la estación y nos fuimos a Uppuveli que está a solo 6 km, aunque en bus fueron 30 minutos, pero siempre es mejor eso y 20 rupias que costaba, que tener que regatear un tuc tuc que pedía 300 y que era lo q que me había costado el bus a Trinccomalee.

En Uppuveli me quedé dos días descansando, y la playa era bastante bonita. Nada espectacular si la comparas con las de Filipinas por supuesto, pero como era muy turística podías bañarte y tomar el sol tranquilamente en bikini. Por una parte se agradece, aunque por otra al ser un lugar netamente turístico lleno de extranjeros, pierde el encanto de otras zonas en las que no te topas con turistas, o si lo haces es con muy pocos, como el caso de Jaffna.


Como cada vez aguanto menos lo de estar tirada cual estrella de mar en la playa, uno de los días lo dediqué a coger una bicicleta, que la alquilas en cualquier sitio de Uppuveli por 300 o 400 rupias por día, según si se trata de una “ cafetera” o algo más decente) y me fui a ver Trincomalee.

Si me dicen que voy a ir pedalenado por Madrid o Barcelona entre autobuses no me lo creo, pero no sé por qué aquí me da más confianza,( igual soy muy ilusa) pero sea como fuere pese a casi derretirme como un polo, conseguí turistear en bici por la ciudad.

Iba a ver el fuerte Frederik, pero una vez allí me di cuenta de que estaba ocupado por el ejército (Trincomalee es otra de las zonas fuertemente militarizadas del país) y solo pude ver la entrada.
Al lado está el templo de Koneshwaran, en el que casi se me cae la piel de los pies a tiras… porque está muy bien eso de que por respeto te hagan descalzarte, pero cuando tienes que caminar sobre alfalto a 49 grados, funcional lo que se dice funcional no es… y te toca esprintar( literalmente) para entrar. Había otro par de templos en el recinto, pero cobraban entrada y con todos los que he visto ya, como que ni me molesté.


Así que después del paseíto en bici paré a ver otro templo, Kandaswamy Kovil, pasé por delante del museo de historia marítima y naval y ya sí que me relajé en la playa con una siesta y me tomé unos zumos con Virginia, la española que conocí en la estación en Fernando’s Bar, que era el único bar del “ pueblo”.Uppuveli es turístico, pero en comparación con otras zonas de Sri Lanka pero nada que ver con localidades de playa en Filipinas o. Ali por ejemplo.
Al día siguiente pese a estar enfermísima, quería intentar irme a Arugam Bay como fuese, porque ahora que me gusta el surf ( o intentarlo vamos), y es el mejor lugar del país para practicarlo. Así que me fui a la camita esperando que mis bichos me dieran un respiro para poder viajar…. Os mantendré informados de si lo conseguí o no…







Entrada al fuerte Frederik



Templo de Koneshwaran 


Playa de Uppuveli 



Maritime and Naval History Museum






Puesta de sol en Uppuveli