viernes, 28 de abril de 2017

Malapascua, its more fun in the philippines


Un vuelo nocturno ( o muy diurno según se mire) me llevó en 2:45 horas de Taipei A Cebú, donde aterricé a las 4:30 de la mañana.
La verdad que cuando conpré el vuelo estando aún en Australia, lo hice sin saber a donde volaba ni que había alrededor de Cebú, pero era más barato que ir a Manila( ciudad wue todo el mundo me ha recomendado saltarme) y además cuando eché un vistazo al mapa parecía que estaba en el. Entro del país, así que me pareció buena opción para moverme.
Siguiendo la tónica de los últimos meses, los “ el mejor plan es no tener plan” así que un par de días antes de volar, comencé a preguntar donde ir una vez en el país y resultó que cerca de Cebú city,se rncontraban variwd de las islas más hermosas de Filipinas.
Finalmente me decanté por Malapascua, más que nada porque me daba pereza investigar y mi amigo Manu me la recomendó y es uno de los mejores sitios para bucear, por lo que decidí sacarme el Open Water Course para bucear lo primero y luego ya vería.
Desde el aeropuerto tomé un taxi a la terminal norte de autobuses, los más baratos son los blancos y tienen taxímetro, fueron unos 190 pesos( unos 4 euros) , y si alguien intenta colaros una supuesta “tarifa fija” mucho más cara Ni CASO.Una vez en la terminal norte, el primer bus de la compañía Ceres que salía para Maya, el extremo norte de la isla. El bus uno de esos locales queme gustan a mi, y sin aire acondicionado ni nada( porque no quería acatarrarme másque sino a ver como buceaba luego).El precio 170 pesos, la diferencia con aire acondicionado es mínima,( unos 30 pesos) pero yo con las ventanas abiertas iba estupendamente.Hay buses continuamente y van saliendo a menudo que se van llenando.
4 horas y media y muchas mini siestas después llegué al puerto de Maya, lo que viene siendo un barco en la orilla y una casetilla de madera donde comprar el ticket. Me dijeron que el precio era de 100 pesos pero generalmente para los filipinos, y que a mi me tocaría negociarlo, pero para nada, fue lo que me pidieron.
En el momento de subir al barco por la pasarela que hacía las veces de escalera fue cuando comprendí que había llegado el momento de deshacerse de mi maleta de estrellitas y o bien tirar cosas, o poner en práctica mis dotes de “ Hulk” cargando con todo en la mochila, porque ni modo de seguir viajando por FIlipinas así.









Entrada en Malapascua












Cuando te las das de mochilera y tienes que subir al barco




En menos de media hora estábamos llegando a Malapascua y a medida que nos acercábamos ya iba enamorándome de la isla sin siquiera haberla pisado. Eso sí del lugar de desembarco  a mi hotel, el Aabana, había unos 15 minutos caminando por la arena, lo cual no es nada cómodo con maleta, así que sí o sí hay que ir con mochila, o buscar un porteador que te la cargue a lomos, porque yo casi me hernio cargando con todo.






En Malapascua mi vida se “ redujo” a bucear. Fueron 6 días maravillosos en los que tenía una maravillosa cabañita para mi sola, lo que de vez en cuando está muy bien para deshacer la mochila y no tener que andar rebuscando como puedes y también para sacar mi yo verdadero y dejarlo todo tirado jajaja.
La primera tarde ya tuve mi primera clase de teoría y mis primeros “ deberes” para casa, después de haber comido y haberme asentado.
Los otros 4 restantes consistieron en un poco de teoría, inmersión matutina, otro poco de teoría, comida, nueva inmersión, comentar la “ jugada” y posibles dudas, para terminar con un poco más de teoría y deberes para casa. Y así pasaron mis días en Malapascua en compañía de Alex, mi compañero de buceo y Mette, mi encantadora instructora.
































Si bien al principio lo de bucear me dió un poco de susto, sobre todo porque sola ya no es tan fácil como cuando vas agarrada al instructor, me ha encantado. Eso sí, cuando te pones a leer el libro un poco, ves “ muerte” por todos lados y yo no he conseguido relajarme. Me dió tanto miedito lo que leí el primer día que como estabaun poco acatarrada, le dije a mi instructora que si podía retrasar el curso un par de días, porque poco menos que pensaba que la palmaba.Sin embargo, si bien PADI casi viene a decir que si buceas con catarro poco menos que no lo cuentas, yo lo hice sin problema. Pero a efectos prácticos del exámen final a la pregunta de debes bucear con catarro, la respuesta es siempre NO.

Malapascua es conocida como “ meca” del buceo porque es el único lugar en el mundo donde pueden verse los “ thresher sharks”, ya que normalmente habitan en aguas mucho más profundas. Es posible buceara escasos metros de ellos a primera hora de la mañana, cerca de las “ estaciones de limpieza” donde los tiburones acuden  a que los pececillos que en ella habitan tomen un desayuno “ rico en proteínas” al comerse los parásitos de los tiburones y les limpien también las escamas muertas.

Pese a que esta inmersión es a 30 m y el OWC solo te habilita a bucear a 18, después de hacer mi exámen final, tuve una especie de “ curso express” la Deep experience, que me iba permitir ir a ver los thresher sharks ( o al menos intentarlo, porque hacía varios días que no se avistaba ninguno).

Tocó pegarse el madrugón para salir a las 4:30, e ir viendo el amanecer mientras llegábamos a Moal Boal que esdonde se encuentra la “ estación de limpieza”.
Salté la última al agua y no había ni bajado a 18 metros cuando ahí delante de mis ojos aparecieron 2 tiburones enormes ( miden unos 5 metros contando la cola). De ahí bajamos hasta los 30 m y estuvimos observándolos hasta el momento de la ascensión.
Aparentemente mi suerte en este viaje está cambiando, ya que normalmente no se les ve con tanta claridad ni durante tanto tiempo.
Después de de desayunarme encaminé a las playas del norte de la isla( que es tan pequeña que llegas caminando desde el sur en 40 minutos) y me pasé el día a la bartola por fin.
Al dia siguiente a las 8 de la mañana le dije adios, porque me esperaba un largo viaje a mi siguiente destino, Dumaguete.
Puse fin así a una maravillosa estancia en la isla.Aquí he podido experimentar todas las maravillas que cuentan de Filipinas, las playas de arena blanca y aguas cristalinas, ( mil veces más bonitas que las de Australia), lo increíble que es bucear ( hasta a miquesoy  una hater de los “ bichos “ me ha enamorado) y sobre todo sus gentes. Los filipinos son encantadores, y en Malapascua al ser chiquitito era todo muy familiar, hasta el punto de que todo el mundo te saluda al pasar,y te sonríe, además de que tiene el valor añadido de que no te intentan timar ( o menos) que en el resto de Asia.
























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