domingo, 29 de enero de 2017

La Amazonía, mi despedida de Perú

Faltan 2 horas y media para llegar a los Ángeles. Desafortunadamente mi crónica del viaje va con retraso, pero se ha debido a dificultades técnicas, ya que los ùltimos días en Perú los he pasado en la Selva Amazónica, donde no había luz, mucho menos internet.

En un principio no pensaba ir a la parte amazónica de Perú porque es época de lluvias, pero cuando cambié mi vuelo para quedarme unos días más decidí arriesgarme y sacar un vuelo a Iquitos, la ciudad más grande del mundo sin acceso terrestre y capital de la Amazonía norte peruana.
Cuanto me alegro de esta decidió , ya que si bien casi muero devorada por los mosquitos, pese al bote entero de repelente que me fundí en 3 días, la inmensidad del río Amazonas y sus paisajes no tienen descripción con palabras.

Llegué a Iquitos a las 20:00 horas y tras tener que regatear un mototaxi( eso que en la terminal pone que es precio fijo)fui hacia mi hotel.
Mi primera impresión de Iquitos fue la de una ciudad ruidosa, muy sucia y caótica y por un momento me sentí en Asia por la enorme cantidad de tuk-tuks o moto taxis.



Iquitos at night 





Moto taxis









No acerté nada con el hotel, para una vez que decido dormir en una habitación sola, y el sitio era super ruidoso, sucio y estaba lejos del centro.Así que me puse los tapones y me fui a dormir en horario infantil, como ha venido siendo tónica general en los últimos días, con la firme intención de levantarme pronto para buscar alguna manera de irme a la selva al día siguiente y no pasar un minuto más en Iquitos.
Me desperté a las 6:30 y me dirigí a la calle Pevas, que es donde están todas las compañías que te llevan a la selva. Por 300 soles, negocié la estancia de 3 días y 2 noches en un lodge rústico, con las comidas, el transporte y un guía local que me acompañaría por la selva.
Me dieron la opción de dormir en la selva de camping, pero yo como que paso, que el campo me gusta para un rato…
Una hora en cayuco más tarde y llegué al que sería mi “ todo incluído” los próximos días.




Mi resort de lujo






Mi suite 















No había nadie más, así que he pasado 3 días yo sola con la familia dueña de las cabañas en modo de total desconexión.
Básicamente me he dedicado a pasear por la selva, pescar( bueno intentarlo porque fue muy poco fructífero), bañarme en el amazonas y tratar de ver la fauna y flora local( aunque la fauna debía de estar de vacaciones escolares).






 













Iglesia del pueblo 








































Salvando las distancias, me ha recordado a cuando íbamos a San Blas en Panamá, salvo que cambiando la arena blanca y el azul del mar caribe por las aguas terrosas y marrones del Amazonas. Pero el concepto de chozas de madera, levantarse al amanecer,, acostarse con la puesta bajo un cielo estrellasoy escuchando como  únicos ruidos de fondo,las ranas de la laguna adyacente, el zumbido de los mosquitos( tengo las piernas en carne viva)o las gallinas al despertar.

Muy relajante la experiencia y muy tranquila, además la familia con la que estaba me han tratado en palmitas, aunque se han pasado con la comida, me sentía un lechón en época de engorde, pero por lo que he observado en Perú no se llevan las mujeres flacas( ni de lejos) y comen por 3.








Desayuno de los campeones







este resumen Amazónico, cuyo mejor reflejo son sus fotografías me despido de Perú con una breve reflexión.
Tras pisar nuevamente el continente sudamericano después de haber pasado 3 años desde que me mudé de Colombia, confirmo lo que ya sabía, soy una enamorada de latinoamérica, si bien como viajante ocasional, ya no para vivir allí.
Perú es un país que me ha sorprendido gratamente, ha superado con creces mis expectativas, sus paisajes son espectaculares y su gastronomía de las mejores que he probado.Si bien es cierto que puedo entender por qué el país tiene más Inca Farmas que habitantes: para poder atender la demanda de Almax, porque entre la IncaKola y su dudosa salubridad con ese color radiactivo, y las inmensas cantidades de comida que sirven, Perú tiene que estar a la cabeza mundial en cuanto a úlceras gástricas de refiere.
Pero bromas aparte, yo que soy de muy buen comer, he sido incapaz de acabarme uno solo de los platos que he pedido en las 3 semanas que he estado, y en  resumen Perú cumple  con las 3 b: bueno, bonito y barato.

Así que tras saltarme todas las veces posibles las recomendaciones de vacunación internacional:
No comer en la calle( checked)
No comer frutas y verduras no peladas por mi
Que no te piquen los mosquitos y duerme con mosquitera ( me han devorado)
No bañarse en ríos ( el Amazonas)
Y unas cuantas más…
Me despido recomendándolo y con un  hasta pronto!








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