sábado, 28 de enero de 2017

Lima


Tras levantarme a las 4:45 me fui a buscar un mototaxi que me llevase a ICA para coger el bus a Lima.
Resulta que Huacachina pese a ser un poco moridero es lugar de peregrinaje fiestero( de colgados que se quedan medio atrapados en el desierto), así que a esas horas había muchos taxis acechando como buitres a los borrachos en la puerta del discotecón de Casa Arena que estaba enfrente de mi hostal.Previo regateo, por 6 soles me dejaron en la estación de autobuses de Perú Bus y a las 6 cogía un bus semicama que en teoría tardaba 4 horas a Lima. No confiaba yo mucho en lo que iba a tardar, porque en principio iba a coger el de las 6:30 que era un vip express pero luego me salieron con que no había y que si me iba a las 6 de la mañana me lo rebajaban a 35 soles( por lo que a mi me pegaba que iba a ir en un tren burra parando en todos los pueblos).
Para mi asombro solo tardo 3 horas y media, y encima había hasta wifi y desayuno( que no me podía comer porque no era gluten free claro).

Una vez en la estación de PerúBus en Lima( no hay estación central y cada compañía llega a su propia terminal), regateo de rigor para el taxi y por 10 soles me lleva a MIraflores que es donde está el ZIG Zag hostel donde me quedo una noche.
El hostel tiene una ONG y los sábados( que es justo cuando llego yo) hacen comida y la reparten entre los niños de los barrios más desfavorecidos de Lima, además para aquellos que participan en el voluntariado( así sea durante un par de horas), ofrecen alojamiento gratuíto. Me sentí muy tentada para ir, pero como solo tenía ese medio día para ver Lima, finalmente y decidí ir al centro histórico.

Desde Miraflores los autobuses 301 y 302 en unos 25 minutos te dejan en el paradero Quilca, que está a 5 minutos caminando dela Plaza San Martín, donde comienza el Centro histórico.



plaza de Armas con el palacio de gobierno al fondo


Tal y como me había dicho todo el mundo, Con un día en Lima es suficiente. El centro histórico es bastante pequeño y son 4 calles alrededor de la plaza de Armas. Además de dicha plaza en la que encontramos la catedral y el Palacio de Gobierno, son de señalar la Iglesia de San Francisco con sus catacumbas y la Iglesia de Santo Domingo, que alberga las cabezas de Santa Rosa y San Martín de 
Porres.






Iglesia de San Francisco






ventilado el turismo cultural decidí hacer turismo gastronómico, que es lo más reseñable en Lima. Pensaba ir a comer ceviche, pero mientras andaba callejeando me topé con un restaurante vegetariano en la Calle Valladolid, y por mucho que reniegue de mi ciudad natal, cuando salgo fuera siempre tiro para la “ patria”, así que como me hizo tanta gracia decidí comer allí. He de decir que estaba bien malo, el saltado de “ lomo” con sucedáneo de tofu como que no está muy logrado.




Haciendo patria 







Calle Valladolid



El calor  de Lima sumado al madrugón me tenían bastante aplatanada así que decidí irme al hostal. En el camino callejee otro poco y la ciudad me recordó bastante a Bogotá, en cuanto sales del casco histórico las calles se vuelven bastante feas y llenas de gente y divididas por negocios, la calle de las ópticas, la de las papelerias, hasta una calle entera dedicada solo a los recordatorios de comunión…
Ya en el hostel me dijeron que había asado ( es decir barbacoa) y que si quería unirme.La verdad, que desde que soy carnivora, por muy empachada que esté soy incapaz de decir que no a un buen chuletón…
Unos chorizos, chuletones y parrafadas después con argentinos,uruguayos, españoles, colombianos, coreanos y nacionalidades varias nos fuimos a dormir.

La mañana siguiente todos de iban a conocer el casco histórico, pero como a las 2 yo me tenía que ir al aeropuerto a coger el avión a Iquitos, decidí quedarme paseando por MIraflores.
Bajé un poco por la avenida Arequipa, que al ser domingo se corta para convertirla en peatonal para que la gente ande en bici y corra, al igual que ocurría en Bogotá.

Tras comer ceviche en un mercado local( y rezar para que no me intoxicase, porque estaba riquísimo pero la salubridad era un poco inexistente) fui a recoger mis cosas y a investigar donde paraba el bus para el aeropuerto.



Ceviche rico, rico


Sabía 
que tenía que coger el 18; uno que pusiese una S o incluso alguno que fuese a Callao. Parecía que nadie tenía ni idea de donde paraba, pero según iba por la avenida xx vi una minivan que ponía “s” y tras preguntar si iba al aeropuerto ahí que me subí .

Nunca me han gustado los taxis, pero en latinoamérica menos, está el factor no taxímetro que implica el consiguiente regateo, (que ya me tiene harta), en algunos sitios el tema de la seguridad…. Y aquí soy muy fan de los buses, son más divertidos, auténticos y encima baratérrimos…. Para ir al 
, 4 soles y eso porque llevaba mochilón y te lo cobran a precio de oro, pero en comparación con los 60 del taxi…. Y encima con musicote y animación.

En 45 minutos estaba en el aeropuerto, o mejor dicho casi, porque el minibus para al lado de un puente elevado, con lo que solo hay que subir y pasar al otro lado para estar dentro de la terminal del aeropuerto, hacer el check in y rumbo a la Amazonía!



"S" al aeropuerto

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