martes, 17 de enero de 2017

Machu PIcchu: un paseo por las nubes


3:45 de la mañana y suena la alarma. Estoy reventada porque no he pegado ojo, comparto habitación y el de la litera de arriba ronca como una locomotora… pero no se ve una de las siete maravillas del mundo todos los días , así que toca levantarse.
El motivo de semejante madrugón es que machu Picchu  abre a las 5 a.m y desde  Aguas Calientes a Machu hay que subir en autobuses que empiezan a circular a las 5:30 y parece ser que la gente hace cola mucho antes, para poder ser de los primeros y verlo sin multitudes.En temporada alta la cola comienza a las 2 de la mañana, pero afortunadamente ahora con llegar a las 5 es suficiente.
Tras coincidir con mi compañero de cuarto ronquiditos en el desayuno, nos vamos juntos a la parada del bus, menos mal ya había comprado los billetes la noche antes( valen 12 dólares oor viaje y la taquilla cuerra a las 9 p.m), porque para eso también hay una fila enorma ya.Conviene comprarlo todo por anticipado, ya que si ahora está así que es temporada baja, no quiero imaginarme en temporada alta.
Cola para el bus a las 5 a.m

Tras un breve trayecto en el que el paisaje comienza a darte una idea de la maravilla que espera llegamos a la puerta de entrada.
Como comenté hace un par de posts, compré la entrada Machu Picchu + montaña, lo que significa que además de visitar las ruinas tengo derecho a escalar la montaña para disfrutar de las vistas a unos 2500 escalones de altura.
He de aclarar que existe la posibilidad de subir 2 montañas, Wayna Picchu y Machu Picchu.La primera está a menor altitud pero es más complicada de subir y se compra en una entrada aparte.
Como yo soy una empanada ni sabía que había dos montañas. . Así que según entré me dirigí corriendo hacia WAyna PIchu porque me había apuntado al primer turno para subirla a las 7, pero tras esperar la cola me enteré que “mi montaña”era otra, con lo que cual rayo mcqueen me tocó correr en sentido contrario hacia la montaña Machu Picchu porque se pasaba mi hora de entrada.
Muerta del susto, porque tengo vértigo y aún recuerdo los numeritos que montaba. Cuando iba a esquiar y mis amigas me tenían que bajar de la pista en trenecito porque yo ni quería abajo, me dispongo a subir los 2500 escalones que me separan de la cima.
De todas formas, la chica de la entrada me ha dicho que se baja por el mismo camino, y que si lo veo mal que me de la vuelta.



Yo subo poco a poco sin mirar abajo y total mucho no se ve, porque hay una niebla que ni Niebladolid ( nombre cariñoso con el que mi amiga Silvia llama a Valladolid).Tengo un momento de crisis existencial todo hay que decirlo, en el que casi me doy la vuelta, porque los escalones son super 

estrechos y la verdad da miedito, pero tras parar un poco y respirar consigo llegar arriba , así que aquí estoy toda orgullosa de mi misma en la cima.
Tras coronar la cima del monte Machu Picchu

Pero la mala noticia es, que pese a que el guardaparques decía que iba a despejar, tras esperar media hora, apenas se vió nada, y ante la posibilidad de que lloviese, porque el cielo estaba más negro que un grillo, y que tuviesen que venir  a sacarme de allí en helicóptero, decidí bajar 
El promedio de subida son 2 horas y otra para bajar, yo tardé 1:45 de subida pero casi lo mismo en bajarla… y bueno  pese a no ver mucho, con eso me he ahorrado el gimnasio de toda la semana.


Niebla en la cumbre

Aunque  seguía sin verse nada, afortunadamente a la 1 y tras muchas horas allí se despejó y Machu Picchu me obsequió con unos selfies espectaculares para mi instagram, tras los cuales ya enfilé a la salida.
Para bajar decidí hacerlo caminando, porque tenía tiempo hasta la salida de m
El trayecto es de aproximadamente una hora y media y he de decir que es durillo, aunque subirlo es un buen calentamiento en caso de que vayais a subir las montañas Machu o Wayna Picchu.




MAchu Picchu despejado






Tras recoger mi mochila en el hostel me dirijo a la estación de tren y salimos de allí a las 16:30 rumbo a Cuzco de nuevo.Sobre las 6 estamos en la estación de Ollanta en la que al igual que a la ida, hay que coger un autobús para llegar a Cuzco. Según sales de la estación hay mini vans que por 10 soles te llevan a Cuzco y en cuanto se llena nos ponemos en marcha.A las 8 y poco estoy en Cuzco de nuevo y tras recoger mi mochila en el Kokopelli me voy cargándola a mi nuevo hostel, que si bien no es tán céntrico cuesta la mitad jajjaaja.
Esta vez comparto habitación con 2 japonesas, y son las dos primeras chicas que me encuentro viajando solas desde que empecé este viaje, algo que me ha resultado extraño en comparación con todas las que encuentras en Asia.

El día siguiente lo pasaré paseando tranquilamente por Cuzco que estoy reventada con tanto madrugón, así que mañana nos vemos de nuevo por aquí para contaros más cositas de este magnífico país que está resultando Cuzco.
Un besito y buenas noches



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